¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

lunes, 7 de marzo de 2011

Los diferentes chorros de ducha de hotel

Me atrevo a hablar en este post sobre uno de los medidores más perfectos que existen  hoy en día para catalogar un hotel, mucho mejor que el número de estrellas; el chorro de su ducha.

Ya conocen mis lectores asiduos que soy un tanto maniático y muy propenso a detenerme en temas que otra persona -mucho más en sus cabales que yo- pasaría inadvertidos. El caso que pretendemos estudiar hoy es la ducha de un hotel, en concreto su chorro.
Y no crean que es ninguna tontería. Uno de los momentos de mayor relax -o en algunos casos, incomodidad- lo tenemos al ducharnos.

Ya no se bañan ni los ingleses salvo que exista una intención antiestresante o relajante en el baño y que, lógicamente, la bañera alcance unas dimensiones humanas. No hace falta que sea sede de los mundiales de natación pero debe tener un tamaño que te permita estirar algo las rodillas sin que, en ningún momento, tu cuerpo tenga que combarse. De lo contrario se opta por posturas ridículas y sobre todo muy incómodas. De hecho, en muchos buenos hoteles -sobre todo de nueva construcción- la ducha y el  baño están separados. Considero un buen acierto dicha separación. Por otro lado, la bañera debe poseer un acceso a su interior cómodo. No lo es cuando, para entrar en la bañera, tocamos con la rodilla nuestra frente, llegando a formar con nuestro cuerpo un ángulo obtuso.

Ni qué decir tiene que la mayoría optamos por la ducha. Los ingleses no lo sé pero si no optan por el baño y no sé si por la ducha, su higiene diaria puede peligrar.

Pues bien, cada persona lleva escrito en su código genético la manera de ducharse. Existen los que no utilizan la ducha de mano sino el chorro de techo. Las hay que queriendo imitar al rocío de los verdes prados del Tirol, aparte de valer un pastón, duchan menos que una estufa (entiéndaseme la expresión). Mucha floritura pero poca efectividad.

Otro tipo es la Estoica. Esta ducha expulsa el agua a una presión tan fuerte que consigue romperte algunos vasos sanguíneos. Los milibares no pueden medir semejante presión. Y todo so capa de una activación recirculatoria. Y vaya si me la activa.

Otro tipo muy común en los buenos hoteles es la ducha caño. Es como si hubieran provisto la ducha de una manguera de regar sin ningún tipo de alcachofa. Siempre me he preguntado cómo podrán realizar algunas personas su higiene con un chorro saliendo del techo. Hay ciertas partes que por leyes físicas cuesta que resbale el agua. Pero eso ya son otras intimidades un tanto groseras que no vienen al caso.

Y cualquiera de estos tipos de ducha debe tener una altura desde el suelo tal que te permita no tener que pasar el trance de la ducha de rodillas, o lo que es peor, en cuclillas.

Cualquier ducha de hotel debe estar provista de salida por arriba y de ducha de mano; teniendo, eso sí como intercambiador un sistema que el ser humano sea capaz de intuir en menos de dos segundos. Me he encontrado hoteles que ni un buen ingeniero hubiera averiguado cómo se pasa de la ducha de techo a la de mano. Al final me he tenido que duchar con la primera porque la de techo suele prevalecer en el sistema hidráulico del baño de un hotel.

Otro de los retos a los que se enfrenta el cliente de hotel, y casi puedo decir que pasa en todos, es la adecuación de la temperatura del agua. Si la ducha tiene el accesorio de termostato, si de verdad es un termostato y no cinco o seis números pegados a un grifo, lo tenemos más fácil. De otra manera, ya han podido comprobar que si abrimos el grifo del agua caliente de un hotel, en diez segundos alcanza la temperatura de la fisión atómica por lo que es recomendable rápidamente girar también el de la fría; sobre todo si utilizamos la ducha de techo y estamos debajo. El combinado perfecto, siento no poder ayudar más, depende de la pericia del causante y de la instalación del hotel.

Por no ser mucho más exhaustivo, dentro de la tipología de las duchas de mano nos encontramos con una gama no menor a las de techo. Las de diseño minimalista, suelen ser como su nombre indica, pequeñas y malas. Las "vintage" suelen alcanzar un peso de varios kilogramos. Las de "masaje", ocurre lo mismo que con las de techo, llegan a traspasarte el cuerpo de la presión que infieren o son mangueras de juguete de jardín, con menos fuerza que un pedo de pulga y perdón por la expresión zafia.

Muchos tipos, por tanto pero siempre deben tener algo en común, una pieza que nos permita dejarlas en un mástil mientras nos enjabonamos. No hay incomodidad más grande que se caiga al suelo una ducha abierta. Si nos grabáramos en vídeo en circunstancia tal,  nos daríamos vergüenza de nosotros mismos al ver cómo reaccionamos. Un apoyo es lo más importante en esta vida, también en el momento de nuestra higiene diaria.

Va esta entrada dedicada a mi arquitecto particular. Él, como asiduo cliente de hoteles, me dio la idea de esta entrada. Sí, táchenme de lo que quieran pero tengo un arquitecto de cabecera, al cual oigo y admiro en casi todos sus consejos. Un abrazo.

2 comentarios:

  1. Que articulo tan interesante para tener en cuenta, me gusta que el chorro de la ducha tupido.

    Morocha - Foz de Iguazu Hoteles

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  2. Gracias, Morocha. Imagino que al referirte al chorro de ducha tupido, estás hablando del efecto lluvia moderada; ni muy intensa ni muy débil que parezca llovizna. Corrígeme, por favor, si me equivoco.
    Un saludo cordial.

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