¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

jueves, 31 de mayo de 2012

Fenómenos Extraños




Quiero ahora hablar de ese instrumento que, de vez en cuando uno puede observar en algunos cuartos de baño de habitaciones de hotel. Se trata de un recipiente de porcelana, con un grifo en uno de sus extremos, tapón y desagüe. Tiene forma de inodoro, que no del todo y suele ser de color blanco. Su utilidad, la desconozco profundamente. Uno que es curioso y quiere saber el porqué de las cosas, ha hecho sus pinitos y -lo aseguro-, he recibido varias respuestas respecto a la finalidad de tan extraño objeto.

Uno me dijo un día que servía para lavarse los pies. Yo le respondí que cómo era eso posible, puesto que dicho recipiente se encuentra elevado varios centímetros del suelo. Me respondió con cara de asombro que cogía una silla, se sentaba enfrente del objeto de porcelana, lo llenaba de agua caliente, le ponía sal y metía media hora los pies dentro. Relaja que te cagas, concluyó. Impactante fue la sensación que tuve al acabar la conversación con mi amigo. No obstante, no llegaba a comprender del todo el sentido del tema. Ocupar medio cuarto de baño con eso para lavarte los pies, pues como que no me encajaba. Yo hace años que no me lavo los pies, me ducho y punto. Como mi curiosidad no estaba saciada, continué indagando con otro amigo.

Este otro, padre de familia numerosa,  me amplió la gama de utilidades de este objeto raro. Dentro puedes colocar rollos de papel higiénico, paquetes de toallitas de bebé, geles y champús de repuesto; en fin es un almacén de primera necesidad que te saca de cualquier aprieto -y perdón por la expresión-. No me convenció tampoco esta alternativa. Para eso, pongo en alto un armario y lo meto todo allí. Además, el grifo entonces para qué estaba. Continué, por tanto, con mi investigación y fui a parar a un amigo de esos de la infancia.

Este, al oír mi pregunta me dijo si yo era idiota. ¿Cómo que no sabes para qué sirve? Mira -me dijo-, cuando mi mujer tiene que lavar una prenda delicada, la mete dentro y la deja en remojo. Luego la restriega con jabón Lagarto y quedan las bragas que ni las de Blancanieves. Ahh!, respondí. Esto ya me va gustando más. Pero, de repente, se me vino a la cabeza que tal utilidad podía ser realizada en un recipiente un tanto más liviano como una jofaina o zafa, de material plástico y nada pesado. Por tanto, erre que erre, proseguí mi andanza intentando descubrir la utilidad de aquel misterioso objeto. Una tarde, paseando por la calle me encontré con un íntimo amigo murciano y procedí a realizarle mi ya manida pregunta.

¿Que para qué sirve? Pues para lavarse el "tonto". ¿Para lavarse el qué, repliqué? El "tonto", contestó él. Sí, idiota, el "chumino", el "chichi", ¿Es que no te enteras, desgraciao? Como mi amigo era murciano y no tenía traductor simultaneo, decidí quedar como imbécil ante él y mostrarme absolutamente sincero. Pues, Paco, no te entiendo. A ver -dijo él- pareces atontao. ¡El coño! ¡Y también tu badajo, cretino! ¡Cielo santo!, respondí. ¿Pero qué me estás diciendo? El mundo se tambaleaba a mis pies después de tal afirmación grosera. Al descubrir que no se trataba de una broma murciana de esas chabacanas, no supe cómo reaccionar. Paco, de una palmada en la espalda, me partió dos vértebras y, como buen amigo que es, me dijo ¡Vamos a tomarnos un golpe, inocentón!

La verdad, después de mi conversación con mi amigo Paco, dejé de preguntar más por la utilidad de aquel fenómeno extraño. Pero si he de decir que alguna de las que me contaron es absurda de verdad, esta es, sin duda, la que me dijo Paco, mi amigo.

9 comentarios:

  1. Este recipiente de porcelana, como lo has bautizado, me ha servido muchas veces como improvisado minibar. Ocurre muchas veces que uno acude hoteles de 2-3 estrellas y no dispone de un frigorífico en la habitación. Como hay que agudizar el ingenio, sobre todo en los meses de verano con un calor incesante, se me ocurrió meter hielo en el lavapiés y, de esta forma, poder enfriar los refrescos y zumos. Algo es algo.

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    1. Qué ocurrencia tan perfecta. Sí señor. Tipo enfría-botellas. No, si al final vamos a tener que suplicar que no quiten estos elementos del cuarto de baño de las habitaciones de hotel.

      Muchas gracias por el comentario tan gracioso y acertado. Quedo a tu disposición. Un saludo.

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  2. Independientemente de la utilidad que cada uno le quiera encontrar al bidé, y aunque a muchos hoteleros nos encantaría poder quitarlo, la legislación actual nos obliga a mantenerlo (al menos en Andalucía, ya que las competencias son autonómicas).

    Decreto 47/2004, de 10 de febrero de 2004, de establecimientos hoteleros, página 5.311:

    "Los hoteles de cinco estrellas dispondrán en cada unidad
    de alojamiento de baño completo dotado de bañera y
    ducha independientes; además, el lavabo será doble y el bidé
    y el inodoro estarán independizados."

    http://www.juntadeandalucia.es/turismocomercioydeporte/ctcd-docs/normativa/TD2004-047B.pdf

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    1. Estimado lector, muchas gracias por su comentario.
      ¿Bidé, acaso es el nombre de ese objeto?
      Ahora en serio, muchas gracias por su aclaración tan específica. Deduzco, por sus palabras, que tampoco está usted muy a favor de su utilización. Ya me he encontrado varios hoteles, no en Andalucía, donde se prescinde del bidé; pero como para gustos los colores, estoy seguro que muchas personas lo encontrarán imprescindible.
      A su disposición.
      Un saludo,

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  3. Amigo, el bidé, por lo que me cuenta la generación anterior a mi, es el instrumento donde los hombres y mujeres de bien se lavaban su parte más íntima justo después de hacer sus necesidades.

    Vamos, que eso del "papel higiénico" es para "quitar lo gordo" pero que luego es de bien educados lavar la zona para no ir con "todo pegado" hasta que uno se ducha.

    Si bien es una buena respuesta, me pareció una engorrosa solución, ya que dónde se ha visto en un restaurante un bidé donde uno pueda "higienizarse" hasta ese punto. No contemos ya la pérdida de tiempo que supone. O la vergüenza que le puede dar a uno ir a casa de un amigo, por mucho que donde hay confianza "da asco", y lavarse su intimidad nada más evacuar.

    De todas formas, vistas sus muchas utilidades (minibar improvisado, donde lavar las "menudencias" de ropa, de almacén, donde colocar la ropa limpia que nos vamos a poner si uno quiere dejar libre la tapa del inodoro...) mejor que no lo quiten.

    Un saludo.

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    1. ¡Qué grande! Cómo me he reído.
      Lleva la más absoluta de las razones. Viva el bidé... creo que se llama así, no?
      un saludo.

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  4. Estimado Alfredo, realmente me sorprende su amplia experiencia hotelera de alto nivel y su escaso conocimiento de lo cotidiano. Es paradójico y muy divertido. A modo de retribución ya que usted comparte sus conocimientos y a mí me sirven (trabajo por primera vez de recepcionista en un hotel 4 estrellas en Buenos Aires - Argentina)le voy a contar el uso que yo le brindo al bidé o bidet. Espero no espantarlo ni perder de vista que soy una dama.
    El bidé es muy práctico para la mujer porque nuestros genitales, como todos sabemos, difieren de los masculinos de modo que secretamos fluidos mensualmente con nuestro período y no nos vamos a duchar cada vez que nos cambiamos la toallita o el tampón, sino que podemos higienizarnos rápidamente, también secretamos otros fluidos diarios que se incentivan en un encuentro romántico y muchas veces vamos al baño antes de la acción amorosa en forma disimulada para lavarnos los genitales y sentirnos cómodas y libres de olores naturales que pensamos no son eróticos (según el acompañante). Por último es muy placentero utilizar el bidé si sabe aprovechar la presión del agua cuando juega con ciertos puntos estratégicos que despiertan una amplia sonrisa en el rostro.
    Por otra parte, las parejas de homosexuales o las mujeres que tienen relaciones anales también lo utilizan para higienizarse y luego ducharse porque posiblemente nadie quiera bañarse con materia fecal en la bañera.
    Realmente lo he utilizado también para otros menesteres pero diría que básicamente es para la higiene de genitales aunque mucho ginecólogos no lo recomiendan porque dicen que las bacterias que pueden vivir en la parte externa de la vulva cuando ingresan no son bienvenidas siempre por el organismo.
    En mi casa no funciona hace tiempo el bidé y realmente no suelo visitar muchos hoteles.
    Me despido cordialmente. Romina

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    1. Romina, se ganaría usted bien la vida dedicándose a dar clases de sexología.
      Con estos comentarios tan descriptivos, uno no para de aprender.
      Pero, con todo, lamento informarle que está usted equivocada. Nadie sería capaz de inventar un artilugio para los menesteres tan higiénicos de los que habla. Me quedo con la opción de lavadero de pies.
      Le deseo que sea usted muy feliz en su nuevo trabajo.
      Gracias y un saludo.

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  5. Estimados, recien leo este blog y puedo asegurarles que el bidé es la mejor opcion cuando uno esta descompuesto y el descalabro realizado supera cualquier uso del papel; es aqui donde el "chorrito de agua" pasa a ser bendita. Ademas esta la situacio nde muchos "agujeros negros" sensibles al papel (como aquellos que sufren de hemorroides); pare ellos el bide es la salvación. Diria que en una casa, su uso es diario. En un hotel, si el baño da la impresion de limpio y uno se encuentra en esas situaciones, a usarlo sin pudor. Espero sirva

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