¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

martes, 8 de febrero de 2011

Hotel Villa Magna. Madrid










Web

Hasta hace poco tiempo, el Hotel Villa Magna no ha terminado una web bien definida y completa en todos sus aspectos. Ahora, sí. Con un diseño y una estructura muy conforme con el estilo propio del hotel, esta web se caracteriza por su accesible y sencilla navegación, menús muy bien elegidos, fondos de tonalidades agradables, imágenes de alta calidad y orden, mucho orden. Muy accesible también la consulta de precios y disponibilidad de habitaciones, a través de "ihotelier" y se le da la relevancia merecida -en lo que a logos respecta- a la central de reservas a la que pertenece, The Leading Hotels of the World. A una web que, en el momento de la reinauguración del hotel, le puse muchas pegas -la lanzaron incompleta-, ahora no tengo nada regular que objetarle. Y han innovado en el diseño. Muy acertada la presentación en flash de folletos y cuadernos de viaje.



Fachada principal y entrada del hotel



Check-in

El hotel Villa Magna es, pese a quien le pese, el mejor hotel de Madrid y, sin duda, entre los tres mejores hoteles de ciudad de España. Mi acompañante y yo, llegamos esta vez en nuestro vehículo propio. En pleno  Barrio de Salamanca, en el Paseo de la Castellana (eso no es el Santiago Bernabeu sino cerca de Colón), sólo tienes que rodear la pequeña y preciosa fuente central de acceso y puedes parar el coche tranquilamente para el desembarco del equipaje. Automáticamente, dos mozos nos estaban esperando, uno para aparcar el vehículo dentro del parking, el otro para recoger las maletas.

El Villa Magna tiene un fallo, si es que lo podemos catalogar así. No tiene puerta giratoria. Pero en toda mi estancia, siempre un portero o dos, estaban atentos para abrirla, tanto al entrar como al salir.



Primer mostrador, Concierge; segundo, Recepción


La entrada al hotel es muy confortable y agradable. El mármol, perfectamente pulido y abrillantado te envuelve dándote una perfecta bienvenida. Las sonrisas del personal, también.
La recepción y el concierge se encuentran entrando a mano izquierda. Son dos mostradores, juntos pero con separación entre ellos. El de recepción es el más lejano. Presidida con belleza por una escultura de hierro  (no es la que aparece en la foto sino una detrás de los mostradores), de un artista que hoy me arrepiento no haber preguntado de quién se trataba, un recepcionista en prácticas nos recibió muy amablemente. Como suele suceder, y siempre comprendo tales situaciones cuando van acompañadas de educación como en el caso que nos ocupa, éste se percató que no era capaz aún de realizar un proceso de entrada entero y otra recepcionista con más experiencia fue quien nos hizo el check-in. Viene ahora el único inconveniente que tuvimos en el hotel.
Como siempre suelo hacer, tengo preparados Dni, tarjeta de crédito y -aunque no hace ninguna falta- tarjeta de afiliación a la cadena o central, en este caso Leaders Club. Tardaron en exceso en completar el proceso de entrada. Además, cosa que casi nunca hago, advertí mi petición de cama de matrimonio en recepción. La habitación que me tenían dispuesta era twin.
En este sentido tengo que decir que el error pudo estar en Leading Hotels. Aunque suelo siempre asesorar a esta Central en lo que considero oportuno, quiero afirmar que deben mejorar en un aspecto. A la hora de hacer la reserva por su página web, muchas habitaciones tienen descripción tal que así "twin or double bed". Y no me dejan especificar si una u otra. Ello da lugar a estas confusiones nada deseadas. La mejor manera de arreglarlo sería siempre, como sucede con la mayoría de hoteles de la misma Central, que quede siempre en la tarifa muy bien especificada el tipo de cama que desea el cliente. Y permítaseme que no acepte esa frase de hotel barato de "cama de matrimonio si hay disponibilidad". En la hostelería de lujo, la disponibilidad es simplemente la elección del cliente.

Siguiendo con el check-in, en ningún momento el recepcionista me dijo que tenía un "upgrade" por ser miembro de Leaders Club. Aunque imagino que sí, no sé si hubo tal acceso a la siguiente categoría de habitación pues, desde su reinauguración, era la primera vez que volvía al Villa Magna. Como soy muy educado, no dije nada. Los detalles de cortesía extra nunca deben ser demandados por el cliente, salvo que se quiera entrar en el farragoso terreno de la grosería.
Tampoco tuve ningún detalle ni regalo de cortesía y la carta de la dirección del hotel que se encontraba encima del escritorio al llegar a la habitación, tenía otro destinatario que no era yo. Aproveché para, automáticamente, dársela al botones que nos subió el equipaje. Me quedé sin carta de bienvenida, no recibí ninguna otra.

Habitación y Servicios del Hotel

Pero la habitación del hotel y sus servicios y amenidades, te hacen olvidar en un minuto, lo pasado en el check-in que, repito, no todo fue responsabilidad del hotel.
Con unas dimensiones más que considerables (advierto que yo reservé la habitación "magna") y unas tonalidades grises y cremas muy agradables y acogedoras, sólo puedo piropearla. La entrada comunicaba directamente a través de un pequeño pasillo con la alcoba. La cama, tamaño King, de gran confort y comodidad (colchón Flex, aunque parezca mentira) con sábanas de muy buen algodón  y varias almohadas. Un escritorio generoso de madera noble se situaba en la esquina con una silla. A su contrario, un sillón con amplio reposapies. Minibar inteligente pero muy bien cobijado, así como la caja fuerte -no me hizo falta estudiar para programarla-. Cortinas opacas en la gran ventana con vistas a Serrano que dotaban a la habitación de una casi total oscuridad. Mesillas de noche amplias con lámparas tradicionales y de punto de luz. Televisor "Magic Mirrow" de la firma "Ad Notam"; una amenity de las que gusta ver en los hoteles. Se trata de una televisión oculta en un espejo. Mis felicitaciones. Hasta la moqueta -que mis lectores saben lo que la detesto- parecía ofrecerse a que la pisaras con tranquilidad; lógicamente no lo hice.




Habitación


Por una puerta corredera te comunicabas con un fabuloso vestidor, lleno de compartimentos y armarios; y al otro lado se encontraba el maravilloso y luminoso cuarto de baño. Con toiletries tamaño extra de la firma francesa Blaise Mautin, de aroma exclusivo "Sierra", lavabo de dos pozas de travertino debajo de un amplísimo espejo con apliques muy originales, pocas veces he estado en un baño de hotel más encantador a la vez que práctico. El inodoro y el bidé estaban separados del resto. La bañera, amplia y con correcto chorro, tanto de techo como de mano. Espejo de aumento bien posicionado, albornoces y zapatillas de tallas grandes, todo absolutamente con el emblema del hotel. Hasta una báscula para pesarse de las que no engañan, cosa que seguro algún cliente encontrará de buen uso, porque lo que a mi respecta me parece absolutamente inútil; nunca se me ocurriría pesarme en un hotel cuando estoy descansando un par de días.



Baño


Pero lo que verdaderamente te deja prendado de la estancia en el Villa Magna son los detalles. Servicio excelente de limpieza de calzado con contenedor de madera. Te los devuelven con saco y  con hormas con el sello del hotel. Y nunca tan limpios los he visto. El periódico, no te lo dejan en una miserable bolsa de plástico transparente sino en una especial con el nombre del hotel. La carta de almohadas es completísima. Perfecta conexión wifi en todas las estancias del hotel. Cada vez que una camarera entraba a la habitación, reponía toiletries y toallas aunque aún no fuera el momento del turndown. Y en este, no puedo calificarlo de otra manera que perfecto; exactamente igual que comento en mi post anterior sobre este servicio.


Detalle del vestidor y televisión "Ad Notam"



Estancias del Hotel

El Villa Magna tiene varios ascensores por lo que resulta difícil tener que esperar para subir o bajar, algo que sucede a menudo en otros hoteles.


Detalle del pasillo. Magnífica decoración


En la planta principal se encuentra situado el "Lounge" absolutamente diáfano con cómodos sillones. Poblado de mármol y de obras de arte, quizá puedes tener la sensación de poca intimidad. Pero como ya saben, la intimidad, no sólo se consigue con paredes y puertas; la que confiere la amplitud de espacios también es recomendable.


Lounge



Posee una terraza que no probé porque no estábamos en temporada. El restaurante "Tse Yang", muy famoso, ya estaba antes de la remodelación, tampoco lo conocí. Es chino o cantonés, y no soy nada aficionado a este tipo de comida. En el "Magnum Bar", puedes deleitarte con cócteles muy bien presentados y con una asesoramiento de primera.


Tampoco probé el "Restaurante Villa Magma", dirigido, según me parece por el galardonado Eneko Atxa, situado también en la planta noble del hotel, debido a que -pueden entenderlo- es muy complicado estar en Madrid y no comer en muchos de los estupendos restaurantes de la ciudad. En este sentido, aunque me meto en terrenos en los que no soy nada experto, recomiendo "Le Cabrera", situado en la trasera del Supremo, muy cerca del hotel. Excelentes cócteles y muy buena comida.

Con un Health Club de la firma "Kiara Kare", sólo le falta una piscina de tratamientos. También posee un club de fitness que, los que me conocen lo saben, ni siquiera visité.

El servicio de conserjería, perteneciente, como no puede ser de otra manera a "Le Clefs d´Or", capitaneado por Ángel Masa, es muy amable y efectivo.

Algunas suites incluyen coche de cortesía durante la estancia, Maserati. Me parece que es el Quattroporte. Pero no soy un gran entendido.

En fin, no quiero extenderme en demasía. Absolutamente un servicio de diez y mis felicitaciones a los dueños. Una vez que la familia japonesa Shirayama vendió, aproximadamente a principios de milenio, el local al grupo portugués Queiroz Pereira, propietarios también del Four Seasons Ritz de Lisboa, el Villamagna emprendió en 2007 una gran reforma hasta mediados de 2009, ya sin la cobertura de Hyatt.

Check-out

La tardanza en la entrada se vio compensada con la rapidez de la salida. Con mucha amabilidad y premura nos prepararon la partida. Muy buena coordinación entre recepción, mozo, portero y aparcacoches. No tuvimos que esperar más de un minuto a que apareciera el vehículo. La factura estaba en orden y, ya camino de vuelta, mi acompañante y yo llegamos a la conclusión de que es difícil volver a Madrid y no hospedarse en el Hotel Villa Magna.

7 comentarios:

  1. El hotel Villa manga es uno de los hoteles en madrid mas lindos que hay. Tuve la posibilidad de estar alojado en ese hotel y es muy bueno y comodo

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  2. Por que habran cambiado el maserati por un mercedes (que es el que hay ahora)?mucha mas categoria el maserati!!!

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    1. No lo dude usted, caballero. No lo dude. Donde se ponga un tridente que se quiten las estrellas.
      Gracias y un saludo.
      Alfredo.
      P.d. Disculpe la tardanza de mi respuesta.

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  3. Estoy completamente con usted en catalogarlo como el mejor hotel de la capital, he estado alojado dos veces en el Villa Magna, ambas con desayuno y tengo una experiencia muy satisfactoria. Lo único que tengo que objetar, es que en la segunda ocasión el desayuno era algo escaso. No he pernoctado en el Ritz, ni creo que lo haga gracias a sus claras explicaciones, pero si he estado en el Palace, y si es algo anticuado, pero tiene el sabor de gran hotel europeo aunque le fallen varios detalles, como la falta de amenities.

    Un cordial saludo y felicidades por tu excelente blog.

    Enrique Aguilas

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    1. Estimado Enrique. Disculpe la tardanza en mi respuesta.
      Sin dudarlo, coincido con usted, el Palace tiene ese sabor de gran hotel europeo. Pero el Ritz no se queda atrás. De hecho, sólo por utilizar sus impresionantes salones, su lobby, en definitiva, sus espacios comunes, merece la pena probarlo. El problema viene, como he comentado en la crítica, cuando, en vez de habitación, te dan un cuchitril a lo zulo que se asemeja más a una cosa antigua que a una antigüedad. Eso no es de recibo. Si Cesar Ritz levantara la cabeza y viera esa habitación, la volvería a dejar caer.
      Gracias por su comentario.
      Un cordial saludo.
      Alfredo.

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  4. Le felicito por su excelente blog. Es delicioso encontrar a alguien educado y que sabe compartir su experiencia personal con respeto ,buenos consejos y el punto justo de fina ironía . Rara avis en este mundo chabacano y soez. Gracias!

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  5. Marta, cómo le agradezco sus palabras. Estoy a su entera disposición.
    Un saludo

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