¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

miércoles, 12 de enero de 2011

¿Dónde están las llaves?

¿Recuerdan ustedes estas llaves?


Los más jóvenes, posiblemente no. Hasta la década de los noventa del siglo pasado, donde empezaron a emerger las llaves electrónicas, este era el tipo de llave que te asignaban en la recepción de un hotel junto al "bienvenida". Era una llave multiusos puesto que no sólo servía para acceder a tu habitación. Junto a ello, poseías en tus manos un arma mortal. Si atizabas a tu enemigo en la cabeza con ellas, podías incluso llegar a causarle la muerte. Otra propiedad de estas llaves radicaba en la mejora de la musculatura de su portador. Algunas alcanzaban varios kilogramos de peso y el biceps se hacía cargo de su uso.
Otra utilidad de estas llaves se encontraba en que eran muy beneficiosas para reforzar la memoria. Era imposible salir del hotel sin entregarlas por olvido ya que el día de turismo podía convertirse en día de penitencia, cual costalero de la Virgen del Perpetuo Socorro,  por el peso que soportaba tu bolsillo. Cada vez que te percatabas que la llevabas, maldecías el momento del olvido.
A los más groseros y maleducados los he visto utilizándola para captar la atención de alguien del personal del hotel haciendo ruido con ellas sobre una mesa o mostrador.

Estoy hablando en pasado de ellas pero hoy en día, llaves parecidas a las de la fotografía, se siguen usando en muchos hoteles de lujo; (algunos Ritz, por ejemplo). Yo prefiero las nuevas pero reconozco el toque de nostalgia agradable que infieren las antiguas, sobre todo, las que llevan ese borloncito colgando con que muchas abuelas decoran las llaves de sus armarios.
Feliz 2011

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