¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

miércoles, 26 de enero de 2011

Las llaves inteligentes. Primera parte



Atrás han quedado los clásicos llaveros de hierro pesadísimos que portaban una llave chiquitita de acceso a nuestra habitación. Las llave electrónica, esa tarjeta extraplana de plástico -antes con agujeritos, ahora con chip- han usurpado su puesto. Y lo que pretendo estudiar a continuación es si nos han hecho, o no, más agradable nuestra estancia en un hotel.

Al realizar nuestro "check-in" ya las introducen en una pestañita del "bienvenida". Y hablo en plural porque suelen ser dos en el caso de que viajemos en pareja. No veo mal la práctica porque es necesario que cada huésped tenga su llave aunque compartan alcoba. Pero aquí empieza mi primera propuesta. ¿Por qué 2 y no 3? Me explico. En la mayoría de habitaciones que utilizan sistema de apertura por llave electrónica, una vez dentro, existe una pequeña ranura donde se debe introducir la llave para conectar con el sistema de corriente eléctrica de la habitación. Es común en este tipo de hoteles que el aire acondicionado esté conectado a ese conmutador principal. Sucede que yo, que soy muy pero que muy caluroso, cuando abandono temporalmente la habitación con mi acompañante, tengo que quitar la llave de esa ranura pues quien va conmigo usa la otra. Desconecto, por tanto, la entrada de corriente a la habitación y cuando vuelvo a entrar al cuarto me acuerdo del señor de recepción, de su tía abuela, de Sandokan y de su sobrino. Es necesario volver a introducir la puñetera tarjeta en la ranura y esperar media hora o más (según las frigorías del aparato y la latitud del hotel) absolutamente desquiciado y medio desnudo -les aseguro que es muy embarazoso- con un ataque de calor sofocante, a que se estabilice, de nuevo, la temperatura de la habitación. Y ello sucede en cada momento que te ausentas de la misma. Solución.

La mejor solución, que ya he visto en algunos hoteles, es erradicar la miserable ranurita incordiante del conmutador principal,  no teniendo que hacer nada, como sucede en mi casa, en la de mi padre y en la de cualquiera de ustedes. Una llave para cada uno y absoluta libertad de movimiento (aunque de ello hablaremos) y plena comodidad para todos.
Otra solución -parcial, eso sí-, es entregar tres llaves en vez de dos para poder dejar una fija en la maldita ranurita y siempre poder tener el aire acondicionado conectado si se desea. Para los que me tachen de antiecológico, dos cosas. Una "no juzgad y no seréis juzgados"; otra, me es indiferente. Soy de los que reciclan basura pero me puede el calor y necesito frío para poder pensar. Y sobre todo, me importa un bledo cómo se me juzgue.

Continuando con nuestro estudio, existe otro momento antipático con las llaves inteligentes. El mundo, cada vez más, está plagado de llaves electrónicas. Aparte de la de tu cuarto, si utilizas el Spa del hotel, en su recepción te dan otra llave para abrir y cerrar la taquilla. De este tipo he visto varias. La más avanzada es una, de tamaño igual a las que hablábamos, que abre y cierra la taquilla siempre y cuando presiones con ella el botón de la misma. Hasta aquí todo muy bien. Me cambio de indumentaria, me pongo el albornoz y ahora viene el problema ¿Dónde meto la llave? Los groseros seguro me dirían varios orificios que no voy a repetir. Aunque la llave esté personalizada, no la voy a dejar en el vestuario a la vista de todos, tampoco la voy a esconder como si fuera un palurdo. Si la saco a la zona de aguas, no me voy a introducir en el agua con ella ni a meterla en el hamman. Además -como me sucedió- el albornoz del Spa no tenía bolsillos. Al final, tuve que ir con la llave en mano como un imbécil por todas las estancias.
Siempre, pero siempre siempre, hay que estar en los pequeños detalles.

Pero lo más importante, en referencia a las llaves inteligentes, viene ahora. Prefiero contarlo como si de una historia se tratara, esta sí que es absolutamente verídica, pero lo dejamos para el siguiente post, amigo lector, pues no quiero aburrirle y sí crearle algo de ansia.

3 comentarios:

  1. Has probado a meter cualquier tarjeta? Suele funcionar, los lectores son muy caros y esos son de pega ;)

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    1. Parece usted un caco, amigo. Jeje. Lo he de probar.
      Gracias y un saludo.

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  2. El tema de meter cualquier tarjeta de visita o cartón en la ranura funciona solamente a veces, en algunos hoteles si es lector real y tiene que ser la llave. Respecto a por qué se hace esto en los hoteles, precisamente para evitar cliente como usted que se marchan 6 horas fuera de la habitación y dejan el aire acondicionado a 15 grados, o al revés, la calefacción a 30º. O la tv encendida, o todas las luces dadas... Si no está en la habitación para qué necesita el aire acondicionado??? ¿¿Para hacer gasto porque cree que ya lo ha pagado?? Una habitación de hotel con un aparato de aire acondicionado se refrigera en menos de 5 minutos.
    Por último comentar, que si le veo un problema al tema de los lectores de luz, y es que si quiero dejar cargando un móvil o un portátil que necesitaré para el trabajo, etc... no puedo hacerlo si no estoy en la habitación. De todas formas, siempre se puede pedir otra copia de la llave en recepción.
    Nota: Otro motivo por el que no se dan, a veces ni siquiera 2, es porque la mayoría de clientes, LAS ROBAN

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