Web.
No me detendré mucho puesto que el diseño es común a los hoteles de la cadena. Como novedad atractiva, quiero hacer mención al nuevo sistema de visita
virtual del hotel. Muy recomendable para hacerse una idea de lo que se espera. También hay que anotar la revitalización que Westin le ha concedido a sus webs con las redes sociales.
Por lo demás, una buena y rápida consulta de disponibilidades y reservas de habitación y buena galería de fotos. Procedí a reservar dos habitaciones dobles deluxe a través de la misma web del hotel.
Check-in.
Hay para todos los gustos en referencia a la situación del
Westin Valencia. Para algunos, lo consideran un tanto alejado del centro histórico de la ciudad; para otros -en los que me incluyo- alejado del bullicio turístico de camisetas de tirantes y helados de cucurucho pero no separado de la ciudad. En definitiva, justo al otro lado del Turia, cercano al estadio de fútbol de Mestalla, con parada de metro a pocos pasos del hotel. Cómoda y accesible la llegada en vehículo propio, este fue el medio de transporte que elegí para visitar esta vez Valencia.
Mi mujer, mi hijo de dos años, mis padres y yo, pasamos un fin de semana aquí ya que es punto más o menos equidistante de nuestros respectivos lugares de residencia. Ellos también llegaron en vehículo propio al hotel.
Nada más parar el coche en la puerta, un botones se acercó a recoger el equipaje y, una vez todo en orden, nos aparcaron el coche. El hotel ocupa un edificio histórico "La Lanera Valenciana".
La entrada al mismo es muy bonita. Con planta circular, presidida en lo alto por una hermosa lámpara de araña que impresiona justo al cruzar la
puerta giratoria automática de la entrada. Columnas altísimas flanquean el lobby y el mármol, perfectamente pulido y abrillantado confiere un halo de majestuosidad muy atractivo que, en ningún momento se torna frío ni desangelado.
La recepción está situada justo a la derecha de la entrada. Realizamos un check-in rápido y agradable pero donde se formuló una
pregunta prohibida; ¿Cama doble o cama de matrimonio? Sólo la oí yo.
La habitación.
Las habitaciones, contiguas, eran amplias y luminosas. En hoteles de nueva planta y de categoría tan alta como este no se puede perdonar la cicatería en el espacio de las habitaciones. Con la famosa cama Westin de "Heavenly bed", la verdad, muy cómoda, justo al fin del pequeño pasillo de entrada. Colores marrón pastel decoran el cuarto; un escritorio grande con múltiples enchufes tipo ladrón. Esta es otra característica que hoy en día no se puede perdonar. Ya no sólo necesitamos enchufar la maquinilla eléctrica de afeitar. Ahora, la vida de un ser humano no se desarrolla absolutamente si no es con un Iphone, Ipad, o Blackberry. Todos estos elementos de supervivencia necesitan tomas de enchufe para su recarga. Y no vale ese enchufe situado debajo de la mesita de noche, donde es necesario realizar escorzos "Fidiacos" para llegar a conectarlos.
Bromas -o no tan bromas- aparte, la habitación del Westin Valencia, poseía un espacio aparte con un sofá de dos plazas, una mesa baja y un sillón muy confortable, si bien no tenía ambos ambientes separados por puerta. No olvidemos que era una "doble deluxe", no una "presidential suite". El aire acondicionado funcionaba como me gusta, tipo congelador , si así lo programa el huésped. No podía ser de otra manera en Valencia. La moqueta, limpia y en muy buen estado; los del CSI hubieran encontrado vida en ella pero, como es microscópica, ojos que no ven... .
La habitación de mis progenitores era igual que la mía pero con cama twin.
El baño, no era tan espacioso, teniendo en cuenta las dimensiones de la habitación. No obstante era correcto, con las famosas toiletries de Westin -la verdad no me gustan mucho-; albornoces y zapatillas, espejo de aumento, dos pozas de lavabo, mampara de vidrio. El blanco lo predominaba todo. Ducha con presión correcta y fácil de manejar, bañera de acceso no peligroso, buenas toallas. Como detalle a mejorar, y ya me ha pasado en otros hoteles, cuando reservas una habitación doble con cuna, se olvidan que el niño también se baña y, por tanto, precisa de secado. Es común, ocurrió aquí, el olvido de un tercer juego de toallas para esa tercera persona que se hospeda en la habitación. Junto a ese juego de toallas, las toiletries deberían ser algo más generosas en cantidad.
Por lo demás, realizaron el
turn-down, con agua de cortesía sin incordios ni a deshoras, buena insonorización en los cuartos y no detecté ruidos raros ni olores no deseados.
Restaurante y Bares.
Los que me leen asidamente saben que no suelo frecuentar en exceso los restaurantes de los hoteles salvo que merezca suficientemente la pena o no me quede otro remedio para alimentarme y no fallecer de inanición. Además, viajaba en familia y apetecía salir del hotel a disfrutar del fabuloso clima de la ciudad del Turia. Para no errar en mis decisiones de restaurantes, le pedí consejo a mis amigos de
Rincones Secretos. Monthy, muy amable y dando en el clavo, me recomendó
Casa Roberto (prometo que su arroz es mucho mejor que su web). Degustamos un arroz abanda y una paella como hacía mucho tiempo que no probaba. Muchas gracias, Monthy.
Respecto a los restaurantes del hotel, el "Rosmarino" siempre estaba lleno. Lo digo no porque soy un curioso empedernido sino porque, por la noche, de vuelta al hotel, entraba por la puerta del restaurante (una trasera) y podía echar un vistazo disimulado. El menú era normal (para mí, claro) y con precios no muy elevados.
El "Gourmet Restaurant", no lo probé tampoco pero la lectura de su menú, de cocina tipo mediterránea no me desagradó.
Si que me encantó el "H-club", donde mi antecesor y yo degustamos buenos gin-tonic. Butacas y sillones muy amplios y cómodos, música que no hace sangrar los oídos, no sólo por el tipo sino también por el volumen; y un barman muy correcto que te servía la tónica y la ginebra que tú pedías y no la que él quería darte porque sabe mucho del tema. Algún día hablaré del gin-tonic.
Mención especial debo hacer al patio interior y al jardín del hotel. Sin dudarlo, es su gran distintivo. Con la sobriedad propia de expertos en jardinería y paisajística, se alza en el corazón del hotel un jardín de corte mediterráneo y valenciano con un toque árabe. Palmeras, azahar, agua, rincones, pueblan este maravilloso espacio donde, además, puedes tomar una copa en su bar "El Jardí".
La piscina. Caroli Health Club.
Aunque personalmente no lo disfruté, no pude impedir el deseo de conocerlo. Cuando viajas en familia, estos extras son complicados de usar.
La piscina interior, de agua salada ionizada y más de 25 metros de largo, tenía muy buena pinta. Por lo que pude comprobar, el espacio estaba bien nutrido de toallas y los vestuarios, muy bien cuidados.
Check-out.
Muy rápido y eficaz. Los dos vehículos estaban ya esperando en la entrada. La factura estaba correcta, no hubo que modificar nada. Quizá, como punto a mejorar del personal de recepción, estaría en mejorar el trato personalizado. Me explico. En un hotel de lujo como el Westin Valencia, no basta que el trato sea exquisito; hay que personalizarlo un poco. Es decir, incluir detalles que hagan que el huésped se sienta algo más exclusivo. Recordar el número de la habitación, preguntar con cortesía qué tal nuestra estancia, si el niño se ha encontrado cómodo. Ya me entienden. Pero partiendo de un muy buen servicio, como el recibido en el Westin Valencia.
Hola Alfredo, gracias por compartir tu nueva experiencia y por tu referencia a Rincones Secretos. Ya sabes que para nosotros es un honor poder ayudarte en estos menesteres.
ResponderEliminarMe parece que ya va siendo hora de que conozcamos este hotel...con tu artículo me han entrado muchas más ganas...
No sé por qué pero creo que me voy a reír con tu amenazante post de gin-tonic...me huelo que va a ser diferente a la mayoría de las cosas que se leen por la red...:)
Un abrazo
Hola Monthy.
ResponderEliminarGracias por tus palabras.
Espero que te lo pases bien con mi particular visión del gin-tonic.
un fuerte abrazo.
en este caso menciona que durante su check-out ha echado de menos que le preguntaran por su estancía sin embargo en su entrada de preguntas prohibidas menciona que no le gusta ese tipo de pregunta
ResponderEliminarCaray, es usted un ávido lector.
EliminarTómelo como un saber leer entrelíneas.
Gracias