¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

lunes, 3 de octubre de 2011

Funcionamiento y organización de la piscina de un hotel y su correcto uso


 

Son ya varias, en las últimas visitas a hoteles que he tenido, las ocasiones donde he percibido que la gestión por parte del hotel de la zona de piscina y sus dependencias; "por h o por b", necesitan mejorar. Unas un poco, otras algo más y otras todo.
Me dispongo en este post a resumir toda una serie de requisitos imprescindibles para que cualquier hotel que se precie pueda gestionar su piscina en óptimas condiciones. Intentaré no ser muy extenso pero el tema creo que es suficientemente importante como para alargarnos un poco. Al mismo tiempo es mi intención dar recomendaciones a los huéspedes del correcto uso y comportamiento en la misma.

1.- Lo primero y principal es que el cliente se sienta atendido nada más llegar a la piscina. Es necesario que un mozo, o bien le salga al encuentro, o que esté situado en una garita. El mozo, cortesmente entregará dos toallas a cada huésped, una para la tumbona y otra para secarse. El mozo es conveniente que extienda la toalla sobre la hamaca, a ser posible quedando en la cabecera de la misma el emblema del hotel, no tirándola encima de la misma como si fuera la envoltura de un chicle. Nos preguntará si deseamos que extienda o no la sombrilla y, de ser positiva la afirmación, la abrirá enseguida. Antes de marchar, nos preguntará si deseamos llamar a un camarero para que nos sirva alguna bebida.
Por tanto, está absolutamente prohibido llegar a una piscina y no tener ni pajolera idea de dónde está la caseta con las toallas y no ver a ningún mozo ni encargado que nos las pueda proporcionar. Esto es algo muy común que últimamente estoy notando en varios hoteles.

2.- El mozo que se encarga de ayudar a acomodar a los huéspedes tiene un papel primordial en el global de calidad de servicio de muchos hoteles. No hay que olvidar que muchos establecimientos que vulgarmente se denominan "de sol y playa" son demandados en su gran mayoría por sus piscinas para tomar el sol y refrescarse. Por ello, es absolutamente imprescindible la formación específica a ese sector del personal de un hotel. Algunas direcciones de hoteles, piensan que es un puesto lo suficientemente poco cualificado que lo puede llevar a cabo cualquiera. Nada más lejos de la realidad, como intento demostrar aquí. Por tanto, el encargado de la piscina no debe ser una especie de David Hasselhoff sentado en una silla bajo la sombra de una sombrilla, con semblante serio -como dando a entender lo bueno que está- y no levantándose de la misma nada más que para hacer un pis. Eso es más parecido a un vigilante adolescente de piscina de barrio bajo, que un encargado de la piscina de hotel de lujo. Ya hablé en otra entrada sobre este tema. Puede consultarlo pinchando aquí.

3.- En la zona de hamacas de la piscina es muy recomendable que la dirección del hotel sitúe algún teléfono para comodidad de los huéspedes. Me explico. Poder llamar para reservar mesa en algún restaurante del hotel, solicitar a recepción que envíen algún "boogie" para transporte interno -si es que existe-, reserva en el spa o cualquier otra cosa que el huésped estime oportuno. Muchas veces me siento indefenso en la piscina de un hotel y esos teléfonos facilitarían la comunicación y la gestión del mismo. No obstante, si no existe dicho teléfono -suele ser lo habitual-, será el encargado de la piscina quien nos solucione la gestión.

4.- Las tumbonas no son propiedad privada de los huéspedes del hotel. Me explico. Si se extiende la toalla a las 10 de la mañana, tomamos el sol una hora y nos vamos, dejando extendida la toalla porque a las 7 de la tarde volveremos a refrescarnos, la persona que así actúa es una maleducada e insolidaria. Para solucionar -en la medida de lo posible- tal tema, el hotel debe situar varios cestos (por ejemplo de mimbre) por la zona de la piscina para que podamos echarlas al acabar. Los mozos encargados deberán estar atentos para que, cuando vean que los clientes maleducados se han ido sin echar al cesto las toallas, lo hagan ellos para dejar la tumbona libre a otro huésped. Da impresión de dejadez absoluta, llegar a una piscina con la mayoría de tumbonas cubiertas con toallas pero sin nadie utilizándolas.

5.- Comprendo que la zona de la piscina suele ser utilizada por las noches como lugar de terraza para servir cócteles. Pero si el horario de utilización de piscina es de 10 de la mañana a 7 de la tarde, no puede ser que los mozos a las cinco y media se pongan a recoger los cojines de las mismas. Esto es una práctica altamente común hoy en día en la gran mayoría de los hoteles con piscina. La sensación que transmiten no es otra que la de echarte a la calle, cuando aún queda una hora y media para su cierre. Un director de hotel que lea esto seguro me dirá que es imprescindible para poder montar lo necesario para la noche pero, lamentablemente, no puedo darle la razón. Si no se llega a tiempo sólo hay dos posibilidades, o recortar el horario de apertura de la piscina o contratar a más mozos para que hagan esta ingrata tarea. Y digo esto último porque es incómodo ver a los pobres muchachos cómo sudan la gota gorda mientras tú te pimplas un mojito. Y, además, por desgracia, suele ser uno sólo el que se encarga de retirar toda la ingente cantidad de cojines mojados y hamacas pesadas.

6.- Los camareros del bar de la piscina deben tener la discreción necesaria para aparecer de vez en cuando por la zona de las hamacas. No es de recibo que en dos horas a pleno sol no aparezca ninguno para poder pedirle algo de agua. Tampoco es normal su contrario, es decir, atosigarte cada dos por tres preguntándote si deseas algo.

7.- Aunque he de decir que la mayoría de hoteles ya los utilizan, los recipientes de las bebidas deben ser de un material que no corte al romperse. Están muy de moda y muy conseguidos, unos vasos de plástico que dan sensación de cristal.

8.- Las duchas de acceso y salida a la piscina deben estar bien señalizadas y no a cuatro kilómetros de la misma. Los clientes deben ser lo suficientemente higiénicos como para utilizarlas la primera vez que entren al agua. Comprendo que la temperatura de esas duchas está a 155 grados bajo cero pero, aunque sea vagamente, hay que hacer uso de ella.

9.- Si estamos toda la mañana o toda la tarde en la piscina, es un detalle de excelente calidad en el servicio que te ofrezcan renovar las toallas que ya estarán muy húmedas. Este servicio es de diez.

10.- No todos tenemos la agilidad del simio. Se agradece muchísimo que la piscina tenga un acceso fácil a la misma con escaleras progresivas y barandilla para apoyarse. No me refiero a las típicas escaleras verticales de piscina que las tiene cualquiera sino a las de obra. Es de muy mala educación obstaculizar el acceso o salida de la piscina en las escaleras.

11.- Si el hotel posee varias piscinas de diferentes tipos, es muy recomendable que en el turndown depositen una hoja con las temperaturas de las mismas y si son de agua salada o dulce.

12.- Cuando uno va a la piscina suele llevar poca ropa. Y lo que casi nunca se lleva encima, por tanto, es dinero. Es recomendable, por parte de los huéspedes del hotel, que hagan un pequeño esfuerzo para recordar, por ejemplo el último día de su estancia, entregar una buena propina al encargado de la piscina si este ha cuidado con esmero el cometido de su trabajo.

13.- Hay momentos del día o temporadas bajas donde la actividad en la zona de la piscina es mínima. Ni en esos momentos ni en los de mayor actividad, los mozos de la piscina deben dar sensación de "no hago nada", hablando con el barman de la cafetería de la piscina o de cháchara con un camarero. Siempre hay tareas para hacer y más vale estar leyendo un libro en una garita -eso sí ojo avizor por si algún huésped necesita sus servicios- que de parranda y parloteo con los compañeros. Cuidado también entre los compañeros al dirigirse a los clientes del hotel. No es lo mismo hablar del caballero de la última fila que del gordinflas del tanga del fondo; siempre puede haber otro cliente que escuche tal lamentable afirmación, aunque sea cierta.

2 comentarios:

  1. Y el teléfono es importante, además de todos los puntos que has indicado, para hacer una llamada de emergencia en caso de que sea necesario. Como en las piscinas de los hoteles no suele haber socorristas, es importante también la labor de ese teléfono.

    Un saludo.

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  2. Así es. Un teléfono a mano nunca está de más.
    Gracias por el comentario.
    Un saludo.

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