¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

martes, 12 de enero de 2010

Reid´s Palace









Web
Poco puedo decir en detrimento de esta página. El hotel que nos ocupa, Reid´s Palace,www.reidspalace.com, pertenece a la empresa "Orient Express" y gestiona con el mismo diseño todos sus establecimientos hoteleros. Hoteles tan emblematicos como el que ahora sometemos a estudio, el "Hotel Cipriani & Palazzo Vendramin" y el fabuloso "Hotel Splendido" de Portofino pertenecen a esta cadena. Todos utilizan igual diseño de web. A mi entender, las mejores webs de hoteles pertenecen a "Orient Express" y el Reid´s Palace no podía ser menos. Página funcional, con un diseño eminentemente elegante, utilizando fotos de altísima calidad, combina la clase con la información detallada ordenada rigurosamente y no dando pie jamás al desmerecimiento del hotel. Con página propia de reserva - igual para todos los hoteles hermanos -, gran facilidad para personalizar la estancia y actualizada apropiadamente, no puedo hacer ningún comentario más.

Reserva de estancia
Como pueden observar mis lectores, tiendo siempre a guardar, más o menos, el mismo orden en las críticas que elaboro. Por tanto, para no ser repetitivo, agradecería se pudiera consultar el estudio realizado a "The Ritz London" en este apartado.
Aún así, si no se gestiona por teléfono, directamente hablando con reservas del hotel, recomiendo hacerlo a través de la central de reservas "The Leading Hotels of the World", utilizando la tarjeta "Leaders Club" de la que ya he hablado en otras reseñas o a través de su número de teléfono eligiendo el idioma preferido. En este caso, opté por reservar a través de esta central de reservas un "Package" "Great Affordables". Dicho "Package" con "copiright de Leading" -odio la palabra paquete referida a estos hoteles- incluía cuatro noches de alojamiento en habitación superior, "Full English Breakfast", una cena con candelabros en "The Dinning Room" para mi acompañante y para mi y un té de las cinco, también para ambos. El coste de dicho "Package" fue de 1.400 euros en julio de 2007

Check-in
El chófer de un Mercedes nos estaba esperando en llegadas del aeropuerto de Funchal; después de que el piloto de TAP hubiera realizado una maniobra de aproximación a la pista de sublime ejecución, le entregamos los bultos de nuestro equipaje -tampoco me prodigo mucho utilizando el vocablo "maleta"- y en media hora de trayecto llegábamos a la puerta del hotel. En mi reserva apunté que me dedicaran el servicio de "transfer" que no iba incluido en el precio del "package".
El recinto se encuentra en "a Estrada Monumental", una avenida largísima a las afueras de Funchal repleta de hoteles para turistas con camisetas de tirantes y chanclas de plástico. El "Reid´s Palace" es un reducto apartado de distinción en ese lugar. En recepción, muy amablemente, nos hicieron rápidamente el check-in y un mayordomo nos acompañó hasta nuestra habitación. Situada en un piso alto, aún recuerdo la fabulosa vista que se podía contemplar desde su pequeño balcón. La "room", sin lujos ostentosos, quizá un tanto pequeña para ser "superior", disponía de cama tamaño "King", un amplio armario con muchos cajones, baldas y perchas de madera, minibar bien dotado y un cuarto de baño con dos lavabos solo enturbiado por esa manía inglesa de no usar mampara en la bañera sino "cortinilla" y que los portugueses la han copiado. "Amenities" de baño de producción exclusiva para el hotel de fragancia clásica, bien iluminado y, por supuesto, muy limpio. Como nota negativa, la habitación no disponía de persianas sino de cortinas opacas y de unas "contras" que no llegaban a conseguir la absoluta oscuridad de la alcoba. ¡Ah! Y una botella de "champage" en su hielera y unos "Godiva" nos esperaban para celebrar nuestra estancia, por cortesía de la dirección.

El complejo
Perderse por la frondosa vegetación del Reid´s Palace con su múltiple variedad de especies vegetales es un capricho de dioses. Diez acres de jardines subtropicales plagados de salvia y geranios abrazan el mar y contemplan el infinito azul del Atlántico. El numeroso equipo de jardineros no descuida absolutamente ni el menor recoveco de la parcela.
El Reid´s Palace cuenta con tres piscinas, dos de agua de mar de agua caliente y otra, bajando el acantilado, excavada sobre roca que se llena según sube la marea. Para bajar a dicho sitio se puede hacer, en un ascensor propiedad del hotel o por las escaleras plagada de lagartijas que acompañan el descenso. Una vez a nivel del mar y, siempre sobre roca, puedes también pegarte un chapuzón o tomar el sol en las múltiples hamacas repartidas por el complejo. Ya en la parte superior del complejo, dos piscinas rodeadas de hamacas y sobrillas están listas para ser disfrutadas por los huéspedes siendo contempladas por la "Pool Terrace" buen lugar para un "lunch" informal.
El hotel, muy recomendable para pasar también unas vacaciones con niños, cuenta con un "Fun@Reid’s house", incluyendo una piscina donde los más pequeños - de 3 a 9 años - pueden disfrutar con sus programas diarios de actividades y entretenimiento. Muy buena infraestructura.
Hace poco más de un año fue inaugurado su Spa del que lamento no poder hablar puesto que estaba en construcción cuando estaba alojado en el hotel. Si que debo decir que se lo han encargado a "Howard Consulting", lider en planificación y diseño de Spa. Los muy esperados "Armani Hotel Dubai" y "Armani Hotel Milán" son projectos en ejecución de este estudio. El Spa del "Hotel Claridge´s" de Londres y el Spa del hotel "Four Seasons" de Dublín son proyectos ya ejecutados por esta firma. Productos de marcas tan prestigiosas como "Aromatherapy Associates", "La Prairie", "LaStone", o "Ytsara" son utilizados en todos sus tratamientos.
El té es servido en un "lounge" del hotel y en la terraza - merece la pena elegir esta última - con horario de 15:00 a 17:30 horas. Las tazas son de porcelana china y los "finger sandwiches" y los deliciosos "cakes" son un acompañamiento perfecto con la amplitud del océano como fondo. No sé en la actualidad pero bien es cierto que la clase de los huéspedes que compartían estancia conmigo era la esperada. Como pasa en otros hoteles que, aunque de lujo, están desprovistos de clase, no encontrabas al "duque de la salchicha" empapuzándose en el desayuno ni escuchabas gritos o alaridos de personas sin educación. La corrección en el vestir y el trato cortés me sorprendieron gratamente.
Durante un siglo muy frecuentado por la alta clase inglesa, el Reid´s Palace conserva su tradicional y lujoso estilo inglés en todas sus estancias y salones; muebles de estilo isabelinos, lámparas de araña y maderas nobles decoran sus pasillos y te transportan al estilo de la "belle epoque". No hay que olvidar que Sir Wiston Churchill, cliente asiduo del Reid´s escribió aquí sus memorias de guerra y solía desplazarse al pequeño pueblecito pesquero cercano "Cámara de Lobos" con sus kits de pintura. Por todo, aconsejo concertar con el hotel - son expertos en la planificación de excursiones - una salida hasta "Corral das Freiras" a casi mil metros de altitud y no a más de 20 kilómetros de la capital o un paseo por sus preciosas y largísimas "levadas".
Por último, al estar el hotel algo apartado del centro de la capital, pone a la disposición de todos sus huéspedes un servicio regular de "shuttle" entre el hotel y el centro de Funchal.

Bares y Restaurantes
No me voy a extender mucho en este apartado puesto que, si bien el Reid´s Palace no se come mal, no posee reconocido prestigio en su gastronomía. En "The Dinning Room", restaurante principal del hotel, lujosamente decorado exceptuando un "foie" que me supo a gloria no puedo destacar nada más. Como punto negativo, sólo estaban ocupadas dos mesas de todo el salón, había cierta oscuridad de más que no facilita la cata del vino y el "maitre" llegó a decirme que era un hotel muy caro y que los turistas prefieren los tipo "Bufett". Espero que ya no siga allí.
El desayuno, servido en "The Garden Room", ese sí, de "bufett", muy bien atendido con productos de primera calidad, incluido "champagne".
No probé ninguno más porque mi pareja y yo preferimos bajar a la capital a cenar. No nos perdimos, ambos, el "Cocktail Bar" con música en directo todas las noches. Recuerdo gratamente la voz de una cantante negra que me supo a gloria; al igual que me supiero los "mohitos" que me preparó el atento "bar-man", me los hizo con ron blanco - como debe ser - y no introdujo azucar sino almibar. Excelente. Solo recuerdo uno mejor que me preparó el "bar-man" del "Caffé dell'Arte" del hotel "Palazzo Sasso" de Ravello en la "Costiera Amalfitana" italiana.

Check-out
Como suele suceder en los hoteles con clase, la salida fue rápida, conforme la factura, taxi esperando puntualmente para llevarnos de vuelta al aeropuerto y gestos de amabilidad y gratitud por la elección realizada. Excelente.

Comentarios finales
Tan solo aconsejar este hotel a todas las personas que, a la hora de elegir un destino, no buscan el "lujo asiatico" desorbitado y, muchas veces, chabacano sino a aquellas que se conforman con la clase, la buena educación, las conversaciones en voz baja, el saber ir vestido en cada momento conforme a lo que se hace, el sonreir y saludar a los huéspedes que te cruzas por los pasillos; en definitiva el protocolo de las buenas maneras que ya tan en desuso está.

Alfredo.

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