¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

martes, 22 de junio de 2010

The Aleph, Roma




Web
"The Aleph" es un establecimiento perteneciente a la cadena hotelera "Boscolo Hotels", por tanto, comparte diseño con el resto de los hoteles miembros. Sin duda, la galería fotográfica es espléndida, el sistema de reservas muy sencillo y accesible, propiedad de la cadena. Como puntos a mejorar, su diseño, un tanto abigarrado no permite llegar a la información que queremos con la facilidad que se desea. Se echa en falta un poco más de profundidad en los textos explicativos, opción que desde la dirección solventan con una calidad fotográfica envidiable.
Que yo conozca, no tiene acuerdo con ninguna central de reservas hotelera internacional por lo que en mi visita, procedí a realizar la reserva directamente a través de su web. Esta vez opté por una "Doble Deluxe" con desayuno por el tiempo de tres noches.



Imagen de la fachada exterior del hotel.


Check-in
Roma es una ciudad con muy buena oferta hotelera de lujo. "Boscolo Hotels" cuenta en la ciudad eterna con dos sedes, la que nos ocupa, muy cerca de la "Vía Venetto" en la Rua di San Basilio; la otra es el "Exedra", cerca de "Piazza Venecia".
Mi acompañante y yo llegamos al aeropuerto de Ciampino bien entrada la tarde. Un taxi nos condujo directamente al hotel, unos 30 minutos duró el trayecto, aproximadamente. "The Aleph" ganó el Mejor Diseño Interior de Hotel en Europa en el 2004 (Premios Villegiature) y la revista "Travel and Leisure" lo introdujo en el Top 25 de sus hoteles ese año. Por tanto, el hotel nació -como se dice vulgarmente- con buen sello. Su arquitecto, Adam D. Tihany, pretende con la remodelación de un edificio antiguo, conducirnos al impresionante mundo de la "Divina Comedia" de Dante. Cielo e Infierno, comparten espacio con sus correspondientes colores en todas las estancias del hotel.
La recepción, en rojo y negro, presidida por dos guerreros japoneses, perfectamente ataviados, (tan así que dan miedo) queda justo a la derecha de la entrada principal. Con un mostrador pequeño, obtuvimos un "check-in" rápido y eficaz, estábamos cansados. Eso sí,  ningún mozo nos esperaba a la salida del taxi para ayudarnos con el equipaje. Fue un fallo. Tampoco nadie nos acompañó hasta la habitación. Quizá noté cierto nerviosismo en el personal del hotel en esos momentos. Seguramente estarían llenos.




 Detalle del guerrero japonés que parece que te va a atizar con el palo. La recepción, al fondo.


La habitación
Sin ser muy grande, no superaba los 23-25 metros cuadrados, tengo que expresar mi satisfacción. Con una decoración absolutamente cuidada y original, la combinación de colores era exquisita. Apliques de luz de color púrpura combinaban con éxito con murales fotográficos en blanco y negro del antiguo egipto o de la Gran Manzana neoyorquina. El baño estaba situado en un segundo nivel dos escalones arriba y la bañera quedaba al mismo nivel de la habitación, por lo que parecía excavada como si fuera una piscina. El acceso no era difícil, es decir, no te jugabas la vida para ducharte como me ha ocurrido en otros hoteles. Los productos de baño de fabricación propia muy buenos en envases de tubo color rojo pasión (su fragancia era acorde al envase). Ciertamente un baño que merece la pena ser visto y usado. La habitación con cama tipo "queen", muy cómoda, mezcla de pop con neo-clásico. Cortinas opacas que consiguen total oscuridad. Como siempre sucede, la maldita moqueta, una vez más amenazaba mis pies constantemente. Buen acierto en las zapatillas color azul con el emblema del hotel grabado para conseguir aislar las miríadas de ácaros.

El hotel
Aconsejo, sin duda, este hotel para los amantes del diseño tanto en arquitectura como en mobiliario. Los dados suspendidos en el patio interior, impresionan. Hasta los ascensores están decorados de vinilos de emblemáticos actores y directores italianos. Como decía al principio, se ha pretendido adentrar al huésped en el cielo y el infierno dantesco. No soy muy partidario de esos "juegos" decorativos. Lo que está bien, está bien y lo que está mal, está mal. Y déjese usted de tonterías de si en esta esquina parece que estoy hablando con Virgilio o si la iluminación de este "lounge" refleja la estancia del mismísimo Infierno. Si así fuera, no creo que el hotel tuviera buena crítica.


Complejo artístico formado por dos dados suspendidos en el patio interior del hotel.



El restaurante "Maremoto", es el único del hotel y donde se sirve el desayuno. Decorado en tonos rojos, mesas rojas, sillas rojas. No quise probarlo ya que el desayuno me decepcionó tanto que no quise experimentar más. Ya saben, los experimentos... con gaseosa. Nunca he estado en un hotel con un desayuno tan escaso y deficiente. Sin duda, es en este punto donde la dirección del hotel debe hacer más hincapié. Por supuesto, el zumo de naranja era de tetrabrik, el único queso que encontré eran de esas porciones tipo "el caserío". No exagero si afirmo que el plato estrella del desayuno era el jamón york. La bollería grasientamente industrial; de esa que vas repitiendo toda la mañana acordándote de algún pariente del camarero -y eso que ambos no tienen ninguna culpa. No veo distinción entre este desayuno y otro de un mal motel de carretera o de un albergue de peregrinos. Quizá la diferencia estribaba en que en este podías tomarte los quesitos que quisieras, en los otros te administran hasta donde puedes comer y, si quieres repetir tostada, no te dejan.

El "Wine Bar Dionisio" y el "Angelo Lounge Bar", accesorios al restaurante, son sede de ese tipo de gente que se autodenomina "cool" o "gente guapa". No entiendo bien ese tipo de términos o catalogaciones. Eso sí, en ellos pudimos disfrutar de muy buenos mojitos y "bloody-marys", asientos cómodos y muy buen servicio. Aunque creo que ya ha pasado un poco, sigue siendo punto de encuentro de romanos después o antes de cenar. Ya saben, las modas siempre pasan.
Si las condiciones climatológicas lo permiten, tómense el cóctel en la terraza abierta de la azotea del hotel. Tiene unas vistas maravillosas.



Bonita terraza con vistas del hotel.


Hoy en día parece que un hotel sin Spa pierde la categoría de hotel. Y no entiendo porqué. El de "The Aleph" es muy coqueto aunque el espacio es hiperreducido. Suficiente para sofocar el calor romano del ferragosto después de un día de turismo. No esperen un templo de la belleza y del bienestar, cascadas de chorro, tratamientos ayurvédicos, pediluvios y zarandajas varias.


Detalle de la piscina del spa. Pequeña pero coqueta.



La localización no es mala pero Roma es tan grande como eterna y, al final, tiras de taxi. Si usted quiere algo más céntrico (por llamarlo de alguna manera), ponga el eje de búsqueda en la "Piazza Spagna". Aún así, tenías boca de metro a dos minutos andando, en Barberini.

Check-out
Muy atento el servicio en todo momento, y eso que sabían que era español. Se agradece. En la factura, todo correcto. Eso sí, no quise coger otra vez el taxi de vuelta a Ciampino sin exhortar, con la educación que me impregna, de la no realización del "turn-down". Me comentaron que tomaron nota para que no vuelva a suceder. Este con el fantasmagórico desayuno, fueron los fallos a mejorar durante mi fabulosa estancia en la ciudad de las siete colinas.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu blog que sirve de mucha ayuda. Solo echo en falta la parte económica, como relación calidad-precio. Por si te sirve de algo yo estuve en Vía del Tritone en el Hotel Stendhal. Hotel pequeñito, muy bien situado y perfecto en servicio e instalaciones, pero para una escapada a Roma no hace falta pagar 150 euros la noche

    ResponderEliminar
  2. Estimado anónimo de 14 de diciembre.
    Quizá por el contenido que desprende globalmente una de mis críticas a hoteles podemos averiguar cuál es mi impresión sobre la relación calidad-precio.
    Es verdad que no suelo hacer mención últimamente a los precios de los hoteles que visito pero, se lo aseguro, me da algo de corte con la que está cayendo en estos momentos.
    No obstante, agradezco su indicación e intentaré hacer mención expresa de un ratio en referencia a la calidad-precio.
    Cómo le agradezco que se interese por este blog, qué agradecido le quedo de sus palabras y cómo me ha alegrado que le sirva de ayuda.
    Ya sabe que me tiene a su entera disposición.
    Un saludo,

    ResponderEliminar