¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

martes, 1 de junio de 2010

La maleta, esa gran desconocida


Llevaba tiempo intentando escribir unas letras sobre el instrumento más importante del viajero, la maleta. Pido perdón a los que me tachen de simplón pero, muchas veces, pasamos por alto cosas tan comunes que se vuelven raras.

Una de ellas, sin duda, es la maleta del turista.

Una vez, el banco con el que trabajo, tuvo el detalle de regalarme una maleta (tipo de cabina) por mi fidelidad para con ellos. Se lo agradecí, como siempre con la amabilidad que me caracteriza. Automáticamente después me deshice de ella. Para que puedan hacerse una idea, era exactamente igual que esa que utilizan los "insersos" cuando "los llevan" a Benidorm.

No crean que afirmo necesario tener una "Louis Vuitton" para viajar (yo no la tengo) pero un mínimo de decoro en el "perrito faldero" que arrastramos por aeropuertos, estaciones de trenes y recepciones de hoteles es indispensable.

Elegir el tamaño de la maleta es un arte. Conozco a personas que para un fin de semana necesitan tres maletas grandes y otros que para una semana de vacaciones en Capri solo usan una de cabina. Cada persona es un mundo y su vestidor un universo pero hay que viajar con el equipaje adecuado, incluido metrosexuales y señoras.
No es lo mismo residir cuatro días en el Ritz de París que pasar un puente en el Hotel Pitrizza de la Costa Smeralda en verano.

Lo que nunca debe faltar en una maleta de un turista con clase es:

- Una corbata -aunque estemos en agosto-.
- Una chaqueta "Blazer" o "Teba".
- Unos mocasines o calzado formal.

Respecto a las señoras me es imposible articular palabra ya que el vocablo "necesario" varía según la personalidad. Siento no pronunciarme aunque crean que quedo guardando la ropa.

Las parejas que me lean ya tienen un nuevo regalo para hacerse en el próximo aniversario. Un buen "fin de semana" -así se llaman las "tipo cabina"- o una buena maleta -aconsejo de cuatro ruedas-. Queda prohibido las maletas xxxl. Son groseras, parecen ataúdes y son tan difíciles de manejar que no merecen la pena.

Queda terminantemente prohibido utilizar maneras de "mochilero" colocando pegatinas en la maleta de los diferentes viajes que vamos haciendo. Al igual que todo en esta vida, su maleta también envejece. Por tanto, revise si la suya ya está en periodo de jubilación. Si le tiene mucho cariño, cásese con ella pero no la obligue a viajar en tan penoso estado.

Y, por favor, si viaja en avión, elimine inmediatamente esa "vitola" que nos ponen en el equipaje de mano a modo de seguridad. No intente decorar su maleta.

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