¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

jueves, 28 de octubre de 2010

Cómo conseguir ser VIP en un hotel de lujo siendo español



Ya he comentado en otras ocasiones que el español, por naturaleza, tiene la desgracia de ser no muy bien mirado en el resto de Europa. Si esta premisa la elevamos al terreno de la hostelería de lujo, crece en su justa proporción. Al español lo miran con recelo, como si no supieran por donde va a tirar. Ello requiere, como buen español, una serie de argucias y tácticas para conseguir no solamente que no pase, sino que suceda lo contrario, es decir, paso a relatar una serie de tácticas cuyo objetivo es lograr que nos traten en estos hoteles con absoluta exquisitez.

Va por delante que esto no debería suceder siguiendo un uso correcto de las buenas maneras y la buena educación. Pero tenemos los pies en la tierra y, por desgracia, de hecho, sucede. El trato y servicio a los españoles en hoteles de lujo europeos -a nivel general- debe mejorar. Por tanto, a diferencia de otras entradas de mi blog donde hablo de buenos usos y costumbres relacionados con la hostelería, lo que viene a continuación no podemos englobarlo dentro de ellas sino en las artimañas pícaras pero legítimas del que desea recibir el mismo trato que los demás.

1. El idioma inglés. Es lo principal. Si el primer contacto del huésped en recepción de un hotel de cualquier país de Europa -que no sea España, obviamente- no se realiza en este idioma (o en el oriundo del hotel), tenemos un problema. Agravante. No muchos españoles hablan inglés. Vamos a intentar si no solucionarlo, mitigarlo.
Si usted viaja solo (qué triste -si no es por trabajo-), sólo le cabe una solución. Aprenda inglés fluido.
Si tiene suerte de viajar acompañado, por ejemplo, por su mujer, que ella aprenda inglés. Esta segunda opción (bromas y machismos aparte), suele ser la más aconsejada en el caso de que no sepamos inglés. Si habla el idoma deje que su acompañante realice el trámite de recepción y usted siga atento la conversación como si entendiera absolutamente todo lo que se habla. Asienta de vez en cuando con la cabeza para reforzar su mensaje. Si le hacen directamente una pregunta a usted, dígale previamente a su acompañante que le interrumpa para que pueda contestar él o ella. Usted quedará como un calzonazos y seguramente, el personal del hotel se dará cuenta de su analfabetismo pero qué le vamos a hacer. Por último, aprenda frases hechas como "tengo una reserva" o "¿Podrían subir a recoger las maletas para la salida?" o "¿Podrían reservarme una mesa en este restaurante?". Eso sí, dígalas siempre en presencia de su acompañante. Una "contrapregunta" en este caso puede ser fatídica.

2. Las Tres Tarjetas. Es una táctica muy efectiva para realizar con eficacia el "check-in". Superado el inconveniente del idioma, lo primero que una persona debe hacer al acercarse a recepción de cualquier hotel para hacer la entrada es tener a mano tres tarjetas. A saber. El documento nacional de identidad, la tarjeta de crédito para la garantía y la tarjeta de membresía de la cadena o central de reservas del hotel. Y hay que darlas antes de que nos las pidan. Si vamos acompañados, también entregaremos una más, el documento nacional de identidad de nuestro acompañante. Háganme caso, el momento del "check-in" es el más importante. Si nos ven sueltos tendremos más posibilidades de un "upgrade".

3. La Propina. No soy partidario de estar impartiendo propinas durante todo el tiempo que dure mi estancia en el hotel. Lo aconsejable es dar una al principio al botones o mayordomo y otra al final. Si estamos muy agradecidos por la gestión que nos han ofrecido los miembros del "concierge", antes de nuestra partida, podemos gratificarles con una. Aunque está en completo desuso, si su habitación se la encuentra absolutamente resplandeciente, no está mal dar propina a la camarera de la habitación.  Por favor, no sea nuevo rico y no vaya dando propinas a diestro y siniestro como si le sobrara el dinero.

4. El "Concierge". Aparte de entregarle, si lo ve conveniente, la propina al final, no lo utilice como si fuera su mayordomo personal. Al principio, entréguele un papel con los restaurantes y días y horas de reserva que desea. Es un detalle de mucha clase.

5. La Indumentaria. Sea respetuoso con los usos y formalidades respecto a la indumentaria que aconseja el hotel. Si hay que cenar con corbata, póngasela aunque haga calor. Si no quiere, ¿Por qué ha elegido ese hotel?
6. La Naturalidad. No circule por las zonas comunes del hotel con cara de asustado. Me explico. Nunca piense que usted no tiene suficiente "clase" como para estar en dicho hotel, no tenga temor reverencial al resto de los huéspedes o al "staff" del hotel pensando que usted no pertenece a ese nicho de personas. Usted no es menos ni más que nadie. Compórtese con educación, sonriendo y que le resbale lo que piensen los demás. Aunque crea que digo tontería, eso se nota a la legua y puede usted pasar por palurdo sin serlo.

7. Use los diferentes espacios del hotel. Vamos a ver, si usted se aloja en el Four Seasons Firenze, por ejemplo, y no desayuna en el hotel, no consume nada del bar, no come en ningún restaurante del hotel, no se da ningún tratamiento en el Spa... ¿Para qué va a un hotel como ese? Sin llegar a ser un fusilador de visas, disfrute de su tiempo en las diferentes estancias del hotel.

8.- En cualquier hotel de Europa trabaja, al menos, un español. Esto está empíricamente demostrado. Por tanto, con soltura y cortesía, intente enterarse y logre hablar con él. Ello, lógicamente, en el caso de que usted no domine el idioma inglés. Conseguirá seguramente un mejor trato por todo el personal del hotel.


Espero que estos consejos o argucias les sirvan, aunque no sea español, para que su estancia en un hotel de lujo le sea más agradable y reciba un mejor trato por el personal del hotel. Le agradecería que si las pone en práctica y consigue lo que quiere, me lo haga saber en un comentario para comprobar que no son sólo tonterías lo que escribe este humilde servidor.

2 comentarios:

  1. Acabo de encontrar su blog tras pasar toda la tarde leyendo referencias sobre el Gran Hotel Bahia del Duque, pero hasta ahora ninguna con el suficiente rigor y detalle como lo ha hecho usted. Ha sido todo un descubrimiento. Estoy revisando todas las entradas y realmente se agradece las detalladas críticas de los hoteles como los manuales.

    Mi enhorabuena y ánimo manteniendolo actualizado.

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  2. Estimado amigo anónimo de 5 de marzo.
    Esto, de verdad, le sube a uno mucho el ego; y eso no es del todo bueno.
    Muchísimas gracias por sus palabras. Si necesita conocer cualquier otro aspecto sobre el hotel mencionado, no dude en ponerse en contacto conmigo por e-mail. Le intentaré ayudar en lo que pueda.

    Es verdad, últimamente no estoy cumpliendo mucho con mi rigor de publicaciones. Pero la vida es dura, qué le voy a decir a usted. La prole aumenta, el trabajo aprieta. Eso sí, con ayuda como la suya, no desistiremos.

    Gracias y un fuerte abrazo.

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