¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

sábado, 2 de abril de 2011

¿Dónde pongo el huevo?




En nuestras estancias en hoteles suele darse, a menudo, la necesidad de realizar algún tipo de comida; ya sea desayuno, almuerzo, cena o cualquier piscolabis.
Hoy en día, los hoteles no cuentan con un sólo restaurante. La mayoría ofrecen varios y he de reconocer que, algunas veces, he tenido que pensar cuál elegir; no sólo por el tipo de comida sino también por la formalidad de su etiqueta y el horario -me refiero al servicio del mismo (almuerzo o cena)- que ofrece.

Si lo que pretendemos es desayunar, lo tenemos más fácil. Siempre se habilita un salón en el hotel para este tipo de comida. Ya hablamos en su día de los diferentes tipos de desayunos de un hotel. Quiero resaltar que cualquier buen hotel, si se pide, te ofrece la posibilidad de tomar un desayuno continental no sólo en la habitación -a muchas personas nos parece farragoso tener que desayunar en pijama y slippers- sino en algún apartado de las zonas comunes del hotel. Y digo ello porque no todo el mundo quiere ponerse hasta arriba con el desayuno tipo bufé y no queremos gastar los cuarenta, cincuenta o hasta sesenta o más euros que cuesta muchas veces un desayuno. Total para una tostada y un café con leche.

Bien, entramos ahora en el maravilloso mundo del almuerzo. He contemplado en mi vida auténticas burradas de falta de clase y educación por el hecho de elegir  mal el lugar del ágape. Si nos encontramos en un hotel urbano y no queremos un almuerzo muy formal, lo tenemos claro. Debemos acudir al menos formal de los lugares que un hotel ofrece para tomar una comida rápida. Su lobby. Si queremos algo, no sólo más formal sino que nos tenga sentados más tiempo, podemos preguntar en el Concierge cuál es el restaurante o los restaurantes que el hotel indica para almorzar. Lo que no podremos hacer nunca es acudir en shorts a un restaurante que no admita indumentaria sport. Y sí es posible su viceversa. No es de recibo comer en mesa redonda bien vestida, con tie and jacket y con un señor en la mesa de al lado en manga corta y zapatillas de deporte.

Si lo que queremos es cenar, quizá lo tenemos más sencillo. Es en el "dinning room" donde podemos realizar ya una cena formal, tranquila y cuidando cierta etiqueta. Pero siempre, cualquier hotel -lógicamente con categoría-, tiene habilitados otros restaurantes con diferentes tipos de etiquetas.

Como dicen en mi tierra, "a ver donde pones el huevo"; es decir, debes decidirte por uno y actuar en consecuencia.

Para el siguiente post, hablaremos de los modales en la mesa, algo que -por desgracia- ni se tienen, ni se esperan.

2 comentarios:

  1. Queria comentar del hotel park inn alexander plazt de berlin, nos quitaron el dinero del bolso cuando bajamos a desayunar, el hotel no se hace responsable, estaba la señora de la limpieza en esa planta durante la media hora que sucedio el hecho, no hay seguridad alguna en el hotel te abren la puerta con mucha facilidad.No lo recomiendo

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  2. Hola Chus.
    Como lamento el desafortunado incidente que te sucedió en el Park Inn de Berlín.
    La verdad, lo mejor es utilizar la caja fuerte de la habitación -si la hay- para evitar tan desafortunados sucesos. Espero que el montante no fuera muy elevado.
    Un saludo,

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