¿Qué pretende este blog?


Mi blog pretende realizar una crítica, lo más completa posible, de los principales hoteles europeos, así como proporcionar instrucciones y usos de protocolo y buenas maneras tanto a los profesionales del sector como a los huéspedes de los establecimientos. Como se observa, todo está basado en la independencia que me caracteriza, no perteneciendo a ninguna empresa relacionada con este mundo. Soy un consultor independiente. Personalmente he visitado cada uno de los locales de los que hablo en este blog.
Es mi capricho, del que llevo disfrutando varios años y quiero poner mis conocimientos y opiniones a disposición de todo aquel que quiera leerlos.
La idea surgió al no encontrar nada en la red - ni siquiera en inglés - sobre auténticas críticas de hoteles, al margen de comentarios de clientes enfadados que "cuelgan" sus quejas en distintas webs como un simple "derecho al pataleo" sin intento alguno de asesorar, construir o mejorar.
Muchas gracias por vuestra atención y colaboración.

martes, 4 de mayo de 2010

Las "amenities" que están de más y las que no pueden faltar

Viene de "Qué son las amenities y qué son las toiletries"

En el capítulo anterior hemos hablado de las "toiletries" que, a mi juicio, deben exisitir en cualquier hotel que se precie.

Ahora entramos de lleno en el maravilloso campo de las "amenities" de la habitación.

Unas zapatillas, a ser posible con el emblema del hotel bordado, son imprescindibles. Suelen venir precintadas con un plástico que -en el "turndown" si no lo hemos hecho nosotros antes- deberán quitarlo y dejarlas al pie de la cama. En el caso de que el hotel utilice suelo de moqueta o criadero de ácaros (son sinónimos), las zapatillas son más que imprescindibles. Se agradece talla más grande para el caballero.

Siempre habrá encima del escritorio o en algún apartado, mínimo dos copas BOCA ARRIBA, para lo que el huésped estime oportuno.

Un calzador dentro del armario nunca faltará, a ser posible de los de mango largo.

Cualquier sistema para lustrar zapatos, ya sea esponja autobrillante, paño o limpiador automático. Todo ello ayuda a que el viajero desahogue su bolso de viaje.

El aire acondicionado y la calefacción deben de tener sistemas de autoregulación por parte del cliente. Detesto las calefacciones centrales que sólo pueden ser amortiguadas abriendo ventanas. Y, por favor, la dirección debe cuidar que los sistemas de refrigeración sean absolutamente silenciosos.

El set de costura merece un estudio aparte. Es tan inútil que solo vale para acrecentar el síndrome de Diógenes del que ya he hablado en otras ocasiones. Esas agujas de papel junto a esos hilos e imperdibles de juguete vegetarán en los cajones del domicilio del roba-amenities por los siglos de los siglos. Además, en la actualidad, ni hombres ni mujeres sabemos coser ni un botón, ¿Qué sentido tiene, por tanto, el set de costura?

Un minibar no inteligente. Me explico. El minibar, en primer lugar, debe estar bien refrigerado. Los he visto que calientan más que enfrían. Por otro lado, debe ser silencioso. Me he encontrado con algunos que he tenido que desenchufar por la noche para conciliar el sueño. Por último, están prohibidos por groseros los que tienen un sistema robotizado que, en cuanto levantas una botella de lo que sea, queda registrado en recepción que la has consumido. Eso es de pensión de mochileros maleducados; deja al cliente como un embustero y siempre causa problemas en la factura.

Existen dos amenidades que no deberían entrar en este campo pues hablando con propiedad no lo son. Sucede que, son ya tantos los hoteles de lujo que no cuidan estos dos detalles que me he visto en la obligación de introducirlas en este apartado.
Lo primero es que en una habitación debe haber MUCHOS enchufes. Estamos inmersos en la era tecnológica y, como los calcetines, llevamos puesto encima cantidad insufrible de aparatos que requieren recargarse. Es humillante -a mi me ha pasado- tener que tirarse al suelo en posturas poco finas para quitar, por ejemplo, el enchufe de la mesilla de noche o del televisor para conseguir poner un móvil o pda a cargar. Siempre debe haber varios enchufes disponibles y deben estar accesibles.
Lo segundo es el problema de oscuridad. Señores hoteleros ¿Por qué no podemos conseguir oscuridad total en nuestras habitaciones? Comprendo que las persianas pueden destrozar un diseño de fachada pero hay que dar remedio a que sean las seis de la mañana y que la claridad campe por sus anchas en mi dormitorio. Y no me intenten convencer con estores o cortinas opacas, siempre queda algún rescoldo por tapar.

Cuidado con los sistemas de televisión de "pago por ver"en la televisión. Algunos tienen un mando a distancia tan difícil de utilizar que debes hacer un master previamente. Otros, sencillamente, no funcionan. Es detestable una "amenitie" que no funciona. Me parece de mal gusto esa información que se deposita en algunas habitaciones sobre las películas que puedes comprar ese mes. Sobre todo si son porno. Prometo que una vez ví una reseña sobre "Mary Pompis", qué grosería.

Algunas veces he visto encima del escritorio papel timbrado con mi nombre en tarjetas de visita y sobres. No me parece necesario pero es un detalle.

Es siempre necesario un fácil y cómodo acceso desde la cama a los interruptores para apagar TODAS las luces de la habitación. No hay cosa que más moleste que acostarte y ver que una luz ha quedado encendida y tengas que levantarte para apagarla.

Una bolsa, a ser posible de tela, con el emblema del hotel es siempre muy bien acogida por el cliente.

Un espejo grande fuera del cuarto de baño. No soporto tener que mirarme en el espejo del pasillo del hotel.

Una buena carta de almohadas siempre se agradece y mucho más una variada carta de sábanas, esto último es para nota.

Hoy en día es imprescindible una cobertura wifi para poder conectarse a Internet.

Una máquina de café o té siempre es bien recibida. Mejor una tipo "Nespresso", las que calientan agua -muy usadas en Reino Unido- las considero un tanto sucias. Es de mezquinos cobrar este servicio.

Cualquier hotel de lujo debe tener un servicio de habitaciones las veinticuatro horas del día, cocina incluida.

Agradar cada mañana con un periódico es de muy buen anfitrión. Cobrarlo es de cicateros.

Están de moda las consolas "iPod", buen detalle. No imprescindible.

Aunque sea 15 de agosto, una manta precintada con funda dentro del armario nunca está de más.

Se me olvidaba la caja de seguridad. Mejor depositarla a un lado dentro de un armario. Con mecanismo simple, por favor, que no haya que ser un ladrón de bancos para abrirla.

1 comentario:

  1. Cuantas veces me he tenido que mirar en el espejo del ascensor, el de los baños no se puede utilizar después de una ducha.

    Me encanta El blog, felicidades.

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